A la hora de escoger un vino, una de las primeras cosas que notamos es su botella. Una botella vino oculta mucho más de lo que parece a simple vista, pues a través de ella podremos descubrir una serie considerable de información.
La elección de una botella durante el proceso de fabricación no es aleatoria, ya que encierra tanta historia como sus cultivos.
Gracias a los avances en el campo de la enología, se han establecido ciertas pautas a la hora de lanzar un nuevo vino al mercado, siendo su botella una de las partes más importantes de su comercialización.
¿Te interesa conocer más sobre la botella vino, sus precios y variedades? ¡Vamos!
La evolución de la botella vino
El arte que conlleva la elaboración del vino es algo sumamente antiguo, existiendo registros que estiman fechas como el 20.000 a.C. Teniendo esto en cuenta, lo más normal es asumir que se han realizado diversos cambios en sus cultivos, almacenamiento, producción y distribución.
En un principio, la botella vino tendía a ser pequeña y redonda, algo que se fue alterando has las formas que tenemos hoy en día y el estándar de 0.75L de contenido.
Tipos de botella vino
La botella vino tiene dos características principales que nos ayudarán a conocer más sobre su contenido: el tamaño y el color. Cada una de ellas resalta cualidades propias de su región, antigüedad y sabor.
Algunas botellas de vino están diseñadas para permitir la fermentación, mientras que otras sirven de recipiente para almacenar el que lo ha hecho previamente en barricas.
Bordelesa
Cuando se piensa en una botella vino, esta es la primera imagen que se viene a nuestra cabeza. La botella bordelesa es la más utilizada a nivel mundial y tiene sus orígenes en la región de Burdeos, en Francia.
Tiene una forma cilíndrica, es alargada y tiene ángulos muy marcados en la parte de “los hombros” (la unión entre el cuerpo y el cuello). Su cuello suele ser largo, pero, resulta ser uno de los más cortos si lo comparamos con otras botellas.
El color verde oscuro que suelen llevar favorece el reposo del vino y evita que se altere su sabor por entes externos. La misma tiene una medida aproximada de 27.9 cm con 7.66 cm de diámetro.
En cuanto a su contenido, suele ser de vinos tintos, siendo también la botella más práctica y fácil de almacenar.
Borgoña
Al igual que la anterior, su origen data de Francia, esta vez de la región de Borgoña. Esta botella vino se lleva el puesto de la más antigua conocida, usándose incluso antes de que la producción en masa llegara a la escena.
Su estructura es muy similar a la botella bordelesa, con la diferencia de que esta tiene la zona de los hombros más caídos y una longitud mayor. Otra diferencia es su cuerpo, con una forma ovalada muy característica.
La botella borgoña tiene unas medidas aproximadas de 29.6 cm de alto y 6.80 cm de diámetro.
Rhin
Esta botella vino tiene su origen en Alemania, estando directamente asociada con el Río Rin, el cual tiene una longitud de 1230 km y recorre una parte significativa de Europa.
Suele recibir el nombre de renana o alsaciana y es la botella de preferencia para los vinos blancos y rosados. Debido a esto, es común verla en colores más variados, reemplazando en algunos casos el verde por tonos caramelo, azules e incluso transparentes.
Con un cuerpo y cuello más alargado, la curva de los hombros es casi imperceptible a primera vista. Tiene unas medidas de 35 cm de longitud y un diámetro de 7.6 cm.
Cava o champagne
Regresamos a Francia con una botella que será familiar para los conocedores del alcohol. La botella vino cava está diseñada para almacenar vinos espumosos, priorizando su resistencia en el interior.
A raíz de esto, se suelen fabricar con un vidrio más grueso y tonalidades más oscuras en su color. Tiene una altura de 30 cm y un diámetro de 8.84 cm, además de una pequeña oquedad en el fondo.
Jerezana
Jerez embarca una amplia variedad de vinos españoles, criados en Jerez de la Frontera, una ciudad de España. Se suele emplear para almacenar el vino de esta localidad en concreto, así como algunas variedades de vinos portugueses.
Tiene mucho parecido con la botella vino bordelesa, con la pequeña diferencia de unos hombros más chicos. Sus medidas son de 28.6 cm de longitud y 7.5 cm de diámetro.
Franconiana
La última botella de vino que vamos a comentar tiene su origen en Alemania y hace gala de una de las formas más peculiares. En comparación a otras botellas, su forma es aplanada y no cilíndrica, siendo además la más pequeña de todas, midiendo 22 cm con un ancho de 15 cm.
Los colores en las botellas de vino
El color de la botella seleccionado para los vinos tiene suma importancia a la hora de su preservación, ya que el tintado del cristal impide el paso de la luz. Por esta razón, el color más utilizado suele ser verde oscuro, pensado para almacenarlos sin que se altere su sabor.
Si bien esto es así para la mayoría de los vinos, no es una regla que se cumpla en todos los casos. Un ejemplo de esto son los vinos blancos y rosados, los cuales suelen ser puestos en botella vino con un cristal totalmente transparente. Al ser vinos de consumo rápido, la preservación ante la luz no es algo importante, además de que permite apreciar su color.
Estos no son los únicos colores que se usan, pues muchas veces, se opta por un color ámbar o negro. Gracias a los avances en la producción de vinos, el color de la botella se ha convertido en algo muy estético.
Sabiendo esto, los productores escogen un cristal que resalte el color, el matiz y el reflejo del vino que se encuentra en su interior.
¿Qué tan importante es la botella del vino?
Aunque parezca algo secundario, escoger una buena botella para el vino es algo que hay que priorizar. A fin de cuentas, esta es su carta de presentación y deben hacer el mejor trabajo para asegurar éxito y prestigio.
Además de la estética, se debe escoger una botella que cumpla con la función de proteger el vino, siguiendo las normas que hasta hoy en día siguen vigentes.
