Imagina que tienes una cena importantísima en casa, te visitarán compañeros de trabajo o conocerás a tus suegros y quieres dar una buena impresión. Todo debe estar perfectamente presentable, los platos, los cubiertos, las servilletas alineadas en su sitio y por su puesto una exquisita botella del mejor vino que conseguiste en la bodega. Pero ¿dónde servirlo? Esa interrogante nos lleva al desarrollo de este artículo para ti. Acá, te mostraremos las diferentes presentaciones de una copa de vino y las mejores existentes en el mercado.
Copa de vino ¿por dónde empezar?
Comenzarás sabiendo que la elección de la copa ideal no está relacionada con la estética. Cada una tiene su función y uso específico, su elección está asociada con las características de cada una.
De acuerdo al uso que le darás en casa también es indicativo de la elección, es decir, el saber para qué sirve cada una de ellas y cual no puede faltar en tu mesa te dará una idea para que no compres muchos modelos sino los justos y necesarios.
También debes saber que existen copas para cada tipo de uva: Caberbet, Sauvignon, Jerez… pero, según los enólogos y sumillers, un buen inicio está en distinguir las que son para vino blanco, tinto, espumoso y así comenzar a adquirir nociones básicas de esta especialidad.
Por último, todas las copas están compuestas por tres partes:
- Cáliz. Parte superior donde se coloca el vino.
- Tallo. Pieza que enlaza el cáliz con la base y sirve para sujetar la copa. Esto con la finalidad de no modificar la temperatura del vino al entrar en contacto con nuestra temperatura corporal.
- Base. Pieza donde se sostiene la copa.
Copa de vino tinto
Las copas para vino tinto son de tamaño estándar; el cáliz tiene una boca amplia y es de tallo alto. En ella, se sirven ¾ de líquido, un 75% de su capacidad. La temperatura ideal es de 13 o 14 grados.
Su cáliz es más amplio porque debe permitir la oxigenación del vino, en este caso, para despertar los aroma de flores y frutos (de menor peso molecular), minerales y terrosos (de mediano peso molecular) y bouquet complejo (de alto peso molecular).
La apertura del cáliz más pronunciada es con la finalidad de que el vino bañe toda la boca. Los dientes, lengua y encías entran en contacto con el líquido, despertando distintos gustos y sensaciones.
Copa de vino blanco o rosado
Es una copa de menor tamaño que la de vino tinto. Su Cáliz no es tan pronunciado y tiene una forma ligeramente recta. Su tallo es alto y se sirve 1/3 de la copa para conservar la temperatura del vino que se sirve entre 6 y 8 grados.
Como los vinos blancos en su mayoría tienen notas a flores y frutas, su peso molecular es menor, por ende, no es necesario tanto espacio para percibir su aroma.
Siendo su cáliz más pequeño, estás obligado a inclinar la cabeza para que el vino caiga en la parte media de tu lengua donde están la mayoría de las papilas detectoras de la acidez.
Copa de vino espumoso
Si eliges un vino espumoso, debes acompañarlo con una copa que tenga las siguientes características:
El cáliz más alargado y delgado; este tipo de copa es conocido como tipo flauta. Su apertura es más angosta para que las burbujas se concentren en la parte superior de la copa y el líquido no tenga contacto alguno con el oxígeno. Su tallo es alto. La temperatura ideal del vino al servirlo es de 5 a 6 grados.
La apertura del cáliz por ser muy angosta, te obliga a inclinar la cabeza hacia atrás al beber, guiando el vino a los sectores medios y de atrás de la lengua, resaltando su acidez.
Cuando su estética es limpia, se observa la textura del vino fácilmente; ésta debe ser fina y constante.
Y entonces, ¿Cuáles son las perfectas?
La copa ideal es aquella que cuando ya sepas apreciar los vinos, sea totalmente lisa, transparente y sin tintas. Te recomiendo comprarlas siguiendo estos consejos:
- Copas transparentes. Ya que el vino es el protagonista, elige copas transparente. Además, su ventaja está en que podrás apreciar si posee o no algún tipo de impureza.
- Altura del tallo. Este dependerá del tamaño del cáliz. Mientras más grande sea el cáliz, más largo debe ser el tallo; esto evitará que tus dedos y manos entren en contacto con el vino y tu calor corporal caliente la temperatura del vino.
- Material de elaboración. Las copas usualmente se fabrican de vidrio o cristal. Estos materiales aseguran que tengan un grosos de 1 milímetro en las paredes de la copa, que permiten visualizar el vino a través de estos. Esto es fundamental, porque si eliges un cristal grueso, a pesar de su costo y calidad, te resultará difícil apreciar el sabor y color del vino.
- Estilos de copas de vino. Existen tantos estilos de copas como vinos. En la web encontrarás clasificaciones de acuerdo a ellas; pero las más populares en el mercado español son:
- Copa borgoña.
- Copa burdeos.
- Cabernet Sauvignon.
- Capas para blanco seco.
- Chardonnay.
- Jerez.
Tres opciones de las mejores copas para vino
Conseguirás muchas opciones en la web, pero te mostramos 3 set de copas para comenzar o ampliar tu colección.
Set de copas de vino Luminarc
Son las copas de vino más vendidas en Amazon. Su precio es bajo, correspondiente con su calidad y diseño. Son 6 copas, elaboradas en vidrio liso y transparente, sin ningún adorno, ideales para vino tinto. Es de tipo copa Burdeos, con tallo largo, para evitar el contacto con las manos.
Son un set de copas bastante elegante y tiles para uso diario. Además, son fáciles de lavar, sin necesidad de productos especiales.
Set de copas de vino blanco POWER de Stolzle Lausitz
Se componen de 6 copas de cristal, con un tallo corto y delgado, y su cáliz es de diseño alargado y cerrado. Ideales para servir cualquier tipo de vino blanco, por ende, no debe faltar este set en casa. Su cristal es transparente, sin adorno y aptas para lavavajillas.
Copa de vino tinto Bordeaux
Elaboradas en cristal sin plomo, tienen un acabado pulido y elegante para apreciar mejor los vinos rojos y blancos. Teniendo puntuación perfecta de cinco estrellas, es recomendable revisar un poco más de ellas y tomar en cuenta lo que ofrecen para tu mejor elección de compra.