El Molar es un vino único, una Garnacha única, nueva y más ligera de lo que su punto de partida podría hacernos esperar.
Tal vez sea la orientación norte de sus plantaciones de uva, o la utilización de foudres en su maduración, o tal vez una mezcla de estos y diferentes factores, por ejemplo, el suelo calizo en el que se desarrollan sus uvas. Verdaderamente Este vino de Casa Castillo es un vino que te hace experimentar sensaciones apasionadas en cada degustación.
El Molar es 100% Garnacha con un perfil fenomenal en cuanto a diferentes vinos elaborados con esta variedad equivalente, ya que el sureste de España no suele ser su zona de inicio más considerada.
Casa Castillo muestra su dominio de esta variedad para presentar un tinto excepcionalmente agradable, con una persona dulce, que se distingue por una adecuada novedad y suavidad.
Detalles del vino El Molar
En el ámbito de la Monastrell, un varietal solitario de Garnacha es todavía un caso único. Propiedad Vitícola Casa Castillo, bodega de referencia en Jumilla, elabora El Molar, uno de los pocos tintos elaborados con esta variedad de uva en la D.O.
Se trata de un vino de parcela que pasó por una maduración maloláctica en contacto con sus pozos en depósitos de roble, donde permaneció mucho tiempo. Debido a este tipo de maduración, la presencia del roble es prudente y encantadora, dándole una entrada encantadora y nueva.
A pesar de que en 1870 ya existía una bodega en el legado en el que se encuentra, la nueva historia de Propiedad Vitícola Casa Castillo no comenzó hasta 1985. Cuando la segunda época de la familia Sánchez-Cerezo abrazó la reconstrucción de la plantación de uva, la recuperación de aquella vieja estructura y la creación de su vino más memorable, Casa Castillo Crianza 1991.
Bodega
Fue en 1985 cuando la segunda época de la familia, dirigida por Nemesio y su hijo José Mª Vicente, inició otra aventura con la reconstrucción de la plantación de uva y la presentación de nuevos surtidos.
En 1991 se remodela el edificio de la bodega, respecto a la primera construcción, y se elabora el vino principal, entregando su vino más memorable disponible en 1993 bajo el nombre de Casa Castillo Crianza 1991.
En la actualidad, la tercera época, encabezada por José M Vicente, es la responsable de la bodega. Comenzó concentrándose en la ingeniería mientras que, armonizando con los principales raros de la bodega familiar.
abandonó sus designios inferiores para comprometerse por completo con el universo del vino. Inquieto y autodidacta, su aprendizaje le llevó a Francia, Italia, Alemania y Portugal. En estas excursiones no buscó las bodegas enormes, sino los pequeños bodegueros que tenían una forma de pensar distinta.
Casa Castillo está situada en las tierras altas de Jumilla. Sus fincas poseen la oscura región de la Sierra del Molar, que asciende por empinadas laderas hasta los 760 metros sobre el nivel del mar.
El legado tiene una superficie de 402 hectáreas, de las cuales sólo 150 están destinadas a plantaciones de uva, el resto se dedica al desarrollo de almendros y olivos y a la conservación de los bosques y pinares. La variedad local Monastrell supone el 80% de la plantación de uva, seguida por la Garnacha (12%) y la Syrah (8%). De ahí viene el vino El Molar.
Estas parcelas se imparten en una amplia región con zonas muy separadas:
El viñedo, formado por suelos arenosos, está completamente desarrollado con Monastrell, y las plantas tienen 25 años de edad en su mayoría. La plantación de uva se desarrolla de forma habitual, preparada en vaso y cultivada en secano, de forma similar al resto del dominio, con un grosor establecido de 1.600 plantas por cada hectárea.
La región de Valtosca, con una superficie de 12 hectáreas, es el avance entre las pendientes de Las Gravas y El Valle. Con un suelo superficial arenoso, está cubierto de piedra caliza, de ahí el nombre de Valtosca (valle-tosca). El Syrah se llena por completo, con un alto espesor de establecimiento por cada hectárea, lo que aporta un vino listo y pensado.
En la parcela de Las Gravas, 28 hectáreas de suelo extremadamente pedregoso en las laderas de la Sierra del Molar, se desarrollan la Monastrell y la Garnacha, plantadas desde la última parte de los años 70 hasta 1986. La elección anual de las uvas de estas parcelas da lugar al vino más mineral de la bodega.
La parcela de La Solana, con sus 12 hectáreas de suelo arenoso, alberga una antigua finca de Monastrell plantada en 1941 con rendimientos excepcionalmente bajos y cuyo producto natural se manipula de forma independiente para crear el vino más simbólico de la bodega, Casa Castillo Pie Franco.
El paraje del Molar cuenta a partir de ahora con 17 hectáreas repartidas en tres plantaciones de uva establecidas en distintos suelos y orientaciones.
Elaboración del vino El Molar
El Molar estuvo un año en barricas y foudres y muy cerca de 800 metros sobre el nivel del mar en la Sierra del Molar hacen del vino homónimo un auténtico caso único en la comarca. Los desafortunados suelos, las serias zonas de fuerza por las diferenciaciones entre estaciones y la baja precipitación son responsables de comunicar la tipicidad a cada grano de uva.
En el momento de la recogida, el producto natural se traslada a la bodega y sólo se aplasta el 70% de la uva. Sin pulverizarla antes, la uva se lleva a pequeños depósitos subterráneos donde envejece durante unos catorce días. De esta forma, pasará a la maduración maloláctica y a la maduración en barricas y foudres.
Notas de cata del vino El Molar
Tiene un color brillante tono de cereza. Rojo producto de la tierra con grandes vibraciones de novedad y trazos de sabores y especias silvestres. La novedad vista en el botón se afirma en el sentido del gusto, con gran corrosividad y taninos finos. Sensación de arrastre afrutado.
Maridaje del vino El Molar
El Molar lo puedes acompañar perfectamente con arroces, carne, Berenjena e incluso con carpaccio de ternera.