Respondemos prontamente a la pregunta sí pueden beber vino las embarazadas, con un no firme, pero condicionado. He aquí nuestra explicación.
¿Pueden beber vino las embarazadas?
Hace más de dos años, una muy buena amiga anunció, tras unas copitas de vino en nuestra compañía, que el día anterior se enteró de que estaba embarazada.
Luego de la alegría del momento, reflexionamos, nos documentamos y le dimos entre sus Regalos para mamá primeriza, la seria y muy comprometida información de que, aunque lo hacía para socializar o se tomaba alguna copita luego de algún almuerzo, debía tener muy en claro que en el primer trimestre del embarazo, debería dejarlo por completo.
El motivo es que ese es el tiempo en que los órganos del bebé están en formación y, además, existe mayor riesgo de abortar ante la inestabilidad del embarazo, mismo que puede ser estimulado por esta o cualquier bebida alcohólica.
En efecto, esa fue la última vez que bebió vino en mucho tiempo y les aseguramos que tuvo un embarazo de lo más sano y feliz, como por igual lo fue su bebé al nacer.
Este tema viene a colación porque hace poco la vimos, ya pasada la etapa de la lactancia, por lo que ha vuelto a consumir vino de la misma forma, en actos sociales o un vino blanco para acompañar los pescados, que tanto le gustan.
Quede esa información, sucinta y directa, además de bien fundamentada, sobre sí pueden beber vino las embarazadas para todas aquellas que están o planean estarlo en cualquier plazo de tiempo. Por igual para otras bebidas alcohólicas.
La salud de ambos es primero, la socialización entre ustedes, es fundamental.
Riesgos de su consumo
Quede bajo su discrecionalidad el reflexionar en estas eventualidades comprobadas:
- Puede estimular el aborto.
- Los desmayos por estado de ebriedad causan caídas que podrían afectar al feto en su salud, formación o inducir su muerte.
- Aumenta los cambios anímicos propios del embarazo.
- Decir que pueden beber vino las embarazadas sólo un vasito pare celebrar el acontecimiento, es no ayudarle a desapegarse al hábito.
- Para quienes consumen mucho, puede ser un gasto inmanejable, en especial en esta condición en la que la economía cambiará por l llegada del bebé.
- Aunque la sociedad no debería entrometerse del todo, está mal visto y hasta se hace conflictivo que las mujeres en gravidez consuman alcohol y mucho más el que se defiendan diciendo que pueden beber vino las embarazadas, pero con fundamentos pueriles, sin sustento.
Pueden beber vino las embarazadas: Opción
Sin ánimo de contradecirnos y mucho menos alentar el consumo en estado de gravidez, brindamos una opción que puede ayudar para luego del 4to mes de embarazo y muy esporádicamente: Los vinos sin alcohol.
Ellos pueden ayudar a bajar la tensión provocada tanto por su condición como por el síndrome de abstinencia (consulte con su ginecólogo ante cualquier cambio).
Acotamos que todo vino sin alcohol, sea tinto, blanco, espumoso o rosado, tiene un contenido alcohólico muy bajo o nulo, porque se obtienen mediante un proceso de desalcoholización, sea por destilación, evaporación, ósmosis inversa o filtración molecular, eliminando al alcohol sin alterar las propiedades organolépticas del vino original (sus aromas, sabores y texturas).
Pueden beber vino las embarazadas sí es de este tipo, ya que no producen efectos negativos sobre el organismo, como deshidratación, resaca o alteración del sueño ni interfieren con la medicación o con enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el colesterol, mucho menos con los cambios propios de la gravidez.
Por ello dijimos al principio que la respuesta es no, pero condicionada. Aunque, en la planificación para tener un bebé, incluir el alejarse del vino de forma gradual mientras pasan los 9 meses de gestación y el primer año del infante, es una buena opción, para evitar traumas por abstinencia.