Valdespino Fino Inocente es un vino fino novedoso, que vale mucho más de lo que cuesta. Es un ofertón si tenemos en cuenta el deleite que es capaz de darnos. Procede del legendario dominio de Macharnudo Alto, del que Valdespino es el principal propietario.
Esta casa es conocida por transmitir finos serios y con carácter, pero excepcionalmente ricos. Así es Inocente, un fino de larga maduración (alrededor de una década en total), con dos sacas cada año, apto para soportar la progresión del tiempo como ningún otro.
Bodega Grupo Estevez
El trasfondo histórico del Grupo Estévez comienza en 1809. Cuando la entidad José Leña Rendón y Compañía, dedicada a la crianza de jereces y coñacs, se convierte en Bodegas José Estévez S.A.
En 1982 José Estévez de los Reyes adquiere parte de la bodega Marqués del Real Tesoro y en 1985 la familia Estévez asume el mando de la bodega. Ese mismo año la familia comenzó a diseñar la consolidación de las dos organizaciones bajo el nombre de Bodegas José Estévez.
En mayo de 1993 obtuvieron la marca global Fino Tío Mateo, así como todas sus soleras, y en septiembre de 1999 se hicieron con la que quizá sea la bodega más veterana de Jerez: Valdespino. Además, en 2007 asumieron el mando de las entidades Hijos de Rainera Pérez Marín y M. Gil Luque, propietarias de la notable Manzanilla de Sanlúcar «La Guita».
De ahí que esta familia reúna probablemente los nombres más delegados de toda la existencia del vino de Jerez.
Además de ser posiblemente del mayor propietario en cuanto a hectáreas de plantaciones de uva del popular Pago Macharnudo, hoy es el tercer fabricante de vinos de Jerez y uno de los principales de licores, además de ser uno de los precursores en el mercado público con su manzanilla La Guita.
Valdespino
Los inicios de la bodega Valdespino son muy antiguos. Cuentan los anales de la época que, en 1264, de los 24 caballeros que lucharon junto al rey Alfonso X el Sabio en la reconquista de Jerez de la Frontera a los árabes.
Uno de ellos fue don Alfonso Valdespino, quien, una vez finalizada la reconquista y al igual que otros caballeros, fue compensado por el soberano con la cesión de terrenos y legados en la ciudad de Jerez.
Posteriormente comenzó la larga costumbre de la familia Valdespino. Aunque los ejercicios comerciales ya existían desde alrededor de 1430, la firma Valdespino salió al mundo en 1875 como entidad empresarial.
La Guita
Esta marca fue elaborada por la bodega Hijos de Rainera Pérez Marín en Sanlúcar de Barrameda.
La bodega creadora de Valdespino Fino Inocente fue fundada por Domingo Pérez Marín en 1852 y ha sido fundamental para el Grupo Estévez a partir de 2007.
En la actualidad cuentan con dos bodegas en distintos puntos de Sanlúcar, con una superficie total de casi 48.000 m2, consolidando la Bodega Misericordia y la Bodega Pago Sanlúcar Viejo, que albergan más de 16.000 barricas de roble americano para la crianza de «La Guita».
Marqués del Real Tesoro
Esta bodega fue creada en 1897 por un pariente del principal Marqués del Real Tesoro.
Un increíble marino español que protegió el Tesoro de la Corona contra un asalto corsario y pidió sus propios fondos de reserva de plata para transformarlos en tiros.
Sus primeras soleras fueron obtenidas del Conde de Villacreces, que era propietario de renombradas y antiquísimas bodegas de jerez.
Posteriormente se convirtió en una bodega eminente por sus soleras que, además, era proveedora de la Casa Real.
Bajo esta marca, Marqués del Real Tesoro ha sabido crear uno de los finos más particulares de Jerez: Tío Mateo; quizá también uno de los mejores amontillados de la zona: Amontillado del Príncipe.
Notas de Cata
Tono amarillo pajizo de fuerza media-baja. Impactante, frágil y complejo, con evidentes notas de almendra. Paso suave, delicioso, con construcción, volumen y carácter y a la vez nuevo y salino. Vino largo e incansable.
Mas sobre el vino Valdespino Fino Inocente
El Valdespino Fino Inocente es el único fino de Jerez que sigue madurando en recipientes de roble americano, siguiendo una práctica centenaria.
Su solera se elaboró hace más de 100 años y cada una de las uvas con las que se elabora procede del significativo Pago de Macharnudo, el Grand Cru de Jerez, donde la uva se vendimia minuciosamente a mano para proteger las significativas plantas.
Es un fino que tiene una solera y diez criaderas y permanece como sobretabla durante al menos un año antes de pasar a la última criadera.
Inocente se considera una organización en el ámbito de los finos. Un «Single Vineyard» especial y solitario, totalmente inédito.
Bodegas Valdespino es sin duda uno de los delegados más increíbles del legado y la naturaleza de los vinos de Jérez.
La bodega, cuyo movimiento se remonta a 1430, se convirtió en 1999 en la joya de la corona del Grupo Estévez.
Vinificación
Envejecimiento en barricas de roble americano del mosto de yema. Permanece con sus restos bajo un manto de flor de 2 a 90 días.
Tras su caracterización y deslío se alcoholiza a 15,5º, permaneciendo como sobretablage durante al menos un año antes de ser trasladado a la última criadera.
Uva Palomino Fino
Ha sido el surtido más habitual durante mucho tiempo y hoy es el soberano indiscutible en el Marco de Jerez.
Su relación con la tierra albariza, bajo el entorno de la zona y desarrollada con los procedimientos creados por el viticultor, la convierten en un componente de especial relevancia para adquirir los excepcionales vinos de Jerez.
Tiene varios equivalentes, destacando el de «Listán». Tiene un pináculo abierto y hojas enormes, orbiculares, de color verde apagado, con un seno peciolar marginalmente abierto, con aspecto de V. El envés es algodonoso.
Los brotes son semi-seguidos. El racimo es típicamente alargado, cilíndrico, de conservación media-alta, con bayas circulares, de tamaño medio, táctiles, de color verde amarillento.
Las bayas son deliciosas, delicadas, con un mínimo de jugo sombreado, dulces y deliciosas.
La subclase «Palomino fino» -la más reconocida en las cercanías- brota en los últimos catorce días de marzo y madura hacia principios de septiembre.
Los rendimientos están en la solicitud de 80 hectolitros por cada hectárea, ordinariamente se extiende alrededor de 11 grados Baumé, con baja acritud.
Está muy adaptada a la zona, no siendo verdaderamente indefensa ante los diversos parásitos si se desarrolla adecuadamente.
La fantástica naturaleza de sus uvas y su gran presentación en el campo la hacen indiscutible para el viticultor y el bodeguero.