Viña Mein Blanco 2018 es uno de los ribeiros más increíbles que existen. Un nuevo y dichoso blanco que se une a la personalidad de los surtidos de Treixadura, Godello, Loureiro, Torrontés, Albariño y Albillo.
Es el vino líder de la casa, en el que dejan que la Treixadura dirija el coupage con el respaldo de todo el inventario de surtidos blancos de la bodega aportando sus particularidades golosas y sápidas. En pequeñas parcelas hay también Godello, Albariño, Loureira, Torrontés y, sorprendentemente, el excepcionalmente infrecuente Lado.
Historia
Fundada en 1988 por Javier Alén, la casa, la bodega y los porches de Finca Meín conforman un lugar y un legado vitivinícola novedoso. En 2019, Alma Carraovejas recuperó la bodega apostando por la comarca con la obligación de fabricar y mantener un patrimonio novedoso.
Meín aparece en el conjunto de los libros de experiencias de Galicia como uno de los principales asentamientos de población en el Ribeiro y ya en el año 1158 se le nombra como lugar favorecido para la creación de uva. Hoy en día, una enorme piedra de roca unida a la casa es la imagen de Viña Mein.
Detalles interesantes sobre el vino Viña Mein Blanco 2018
Viña Mein Blanco 2018 es un nombre propio dentro del universo de los vinos del Ribeiro. Una referencia cuando hablamos de vino gallego, ejemplo fiable de la mezcla convencional de surtidos cercanos:
potencia de uvas frisadura con un compromiso de godello, albariño, loureiro, torrontés y lado. Su cautelosa elaboración busca el mejor de los escenarios: maduración en acero templado y hormigón y crianza en barricas de roble francés y foudres. El resultado es un vino largo, fogoso y exuberante, con nervio y volumen.
Viña Meín Blanco es un vino blanco de la D.O. Ribeiro entregado por la bodega Viña Meín, establecida en 1988 en la localidad de Leiro (Orense).
El suceso geológico específica de la región del Ribeiro, en Galicia, resguarda las plantas de las constantes tempestades atlánticas y establece un ambiente marítimo mediterráneo, donde prevalece la humedad y una suave temperatura típica de 14º. Estos atributos hacen posible la creación de vinos con uvas muy envejecidas y de gran corrosividad.
Este vino es una composición en la que el surtido predominante, Treixadura (70%), se une a los surtidos Godello, Loureira, Torrontés, Albariño y Lado (sumando un 30%) procedentes de 16 hectáreas de plantaciones de uva que se hacen cerca del Monasterio de San Clodio.
Bodega
En Villa Meín necesitaban volver a los puntos de partida de este famoso vino blanco, utilizando los propios surtidos locales gallegos que habían sido tan populares en los siglos XVI y XVII.
Para ello, replantaron 16 hectáreas de plantaciones de uva situadas en las mejores laderas del Valle del Avia (San Clodio y Gomariz) con surtidos locales. Así mismo, fabricaron una bodega excepcional con los actuales herrajes de vinificación, que ampliaron años después con un pequeño alojamiento provincial que invita a la cata y al descanso.
El dominio de Meín aparece en la Historia de Galicia como uno de los principales asentamientos de población, traído al mundo a la sombra del Monasterio de San Clodio, que tan firmemente se vinculó al inicio de la viticultura en la zona del Ribeiro en los siglos XI y XII. En definitiva, fue allí, en Viña Meín y San Clodio, donde se concibió el Ribeiro.
Los sacerdotes que establecieron las principales plantas no se confundieron. El suelo sabrego, las delicadas inclinaciones y la orientación a primera hora de la tarde y al oeste hacen que el clima sea óptimo para la viticultura.
Viña Meín posee 16 hectáreas de plantaciones de uva situadas en las mejores laderas del Valle del Avia (San Clodio y Gomariz), cuya creación cubre totalmente el interés de la bodega.
Los vinos de Viña Meín se elaboran con surtidos locales de la zona. Pero principalmente con la habitual Treixadura, a la que se suman la Godello, Albariño, Loureiro, Torrontés, Lado y Albilla. Cada una de ellas en distinta medida, según los años.
En 2019, la familia Ruiz Aragoneses (propietaria de las bodegas Pago de Carraovejas y Ossian) se hizo con esta bodega para mejorar la región y producir vinos de la mayor calidad, así como para trabajar en el ámbito de los vinos básicos recogiendo la encarnación y excentricidades de su casa. De esta increíble bodega nace el vino Viña Mein 2018.
Envejecimiento y elaboración del vino Viña Mein 2018
El vino blanco joven es sin crianza. Este vino es el resultado de un amplio trabajo en el que predomina la Treixadura con un 70% de la pieza. Cada surtido se pone a envejecer de forma independiente y después se participa en un ciclo en solitario para hacer este impecable vino.
Notas de cata del vino Viña Mein Blanco 2018
Viña Mein Blanco 2018 tiene un maravilloso tono amarillo de media a alta resonancia. Presenta deliciosos brillos verdes en la copa. es muy afrutado y también se percibe la mineralidad en notas extremadamente delicadas. Olores botánicos que aportan novedad al vino.
tiene un sentido del gusto rico en diferentes sabores y notas, puede sentirse dulce como el melocotón sin embargo se compensa el magnífico equilibrio de ácidos que hace de este vino una extraordinaria obra maestra.
Maridaje
Viña Mein Blanco 2018 lo puedes acompañar con pulpo a la gallega o a la brasa, pescados suaves y carnes blancas.
Opinión de los críticos
Sólo hay un blanco 2018, que no es el mismo que el misterioso blanco del pasado, ya que este Viña Mein 2018 es una mezcla de las diferentes parcelas de 2018. Eso también se refleja en el coste.
Es una mezcla, todo sea dicho, de Treixadura, Loureira, Albariño, Godello, Torrontés, Lado y Caíño Blanco de varias parcelas, generalmente sobre suelos arenosos de roca. Tiene más complejidad y sutileza que el Viña Mein estándar; tiene más profundidad y detalle y una mezcla de fragancias de flores, polvo y miel con las notas herbáceas de sobremaduración tan predominantes en los vinos de la localidad.
Es realmente bebible ahora; es amigable, impecable y ajustado, una comprensión decente del Valle del Avia. Se llenaron 62.000 jarras y 1.700 magnums en agosto de 2019″.