La tradición vinícola en España se remonta a unos cuantos siglos atrás, con los primeros vinos y métodos de fermentación. Uno de los cultivos propios de esta región es la uva Tinta de Toro, la cual es el principal ingrediente para los vinos de Toro.
Esta variedad de uvas pertenece a la Denominación de Origen Toro, la cual abarca cerca de 5,5 mil hectáreas de viñedos, estando situadas casi en su totalidad en Zamora.
Los vinos de Toro son conocidos por ser los primeros en llegar a América, producto de los viajes realizados por Cristóbal Colón.
Con una historia tan interesante detrás, esta variedad de vinos sigue dando de qué hablar hoy en día y aquí te comentaremos por qué. Toma asiento y disfruta de un poco de historia vinícola y unas cuantas recomendaciones para degustar. ¡Vamos a ello!
La Tinta de Toro
Antes de empezar con los vinos de Toro, es importante que conozcamos un poco sobre su componente principal: la uva Tinta de Toro. Como mencionamos al principio, es propia de la Denominación de Origen Toro y se cultiva casi en su totalidad en tierras zamoranas.
La Tinta de Toro es una clase de uva Tempranillo, algo que fue objeto de discusión por un largo tiempo. No fue hasta el año 2000 que el Instituto Madrileño de Investigación Agraria y Alimentaria, determinó que efectivamente la genética de la uva era Tempranillo.
Es considerada una “uva noble”, sumamente fina y muy aromática, capaz de proporcionar vinos de gran calidad y envejecimiento prolongado; esto se debe a su bajo nivel de oxidación.
Posee un color rubí muy característico y un sabor afrutado, algo que es fácil de apreciar en los vinos jóvenes y de cosecha.
Dependiendo de la zona donde se produzca, puede ser llamada “Tempranillo” o “Tinta fino”
Características
- Es de Toro: Estas uvas se dan solamente en la localidad de Toro, una región ubicada al norte de España. No obstante, no ha sido un impedimento para que distintas marcas produzcan vinos de Toro en masa y se den a conocer de forma internacional
- Su color es fuerte: Comparado con otras variedades de uva, la Tinta de Toro tiene un color más fuerte y una piel más dura. Otras diferencias notables son la caída en forma de “T” y sus racimos con uvas más pequeñas que tienden a ser sueltos
- Densa en el paladar: Los vinos de Toro tienden a ser mucho más densos que el resto, algo ocasionado directamente por la uva que se utiliza. De igual manera, la Tinta de Toro dota al vino de más estructura, consiguiendo una mejor experiencia en boca
Nuestra selección de vinos de Toro
La mayoría de personas al pensar en un vino de Toro, lo más probable es que se imaginen un tinto de sabor intenso, perfecto para maridar una carne roja y al que hay que soportar por su alto grado de alcohol.
Si bien esto es algo que pudo ser cierto hace unos años, en la actualidad las cosas han cambiado para mejor. Los productores de la D.O. Toro han sabido adaptarse a los estándares del mercado moderno, lanzando vinos fáciles de degustar, pero, conservando ese característico sabor de la uva Tinta de Toro.
En la lista que te presentamos a continuación, hemos incluido una variedad de vinos de Toro para todos los gustos, así que siéntete libre de echarles un ojo y decidir cuál será tu siguiente compra.
Matsu El Pícaro Vino Tinta de Toro
Este vino joven proviene de la Bodega Matsu, que elabora sus vinos con la conocida uva Tinta de Toro. Nos encontramos ante un vino monovarietal que representa la tradición de su D.O., contando además con 14.5° de alcohol.
El Pícaro cuenta con una gran capa y color profundo, demostrando su juventud. Su aroma intenso donde predominan las frutas oscuras como las moras y arándonos, nos permite complacer el olfato de la mejor manera.
Una vez en la boca, las sensaciones frutales serán las estrellas de la degustación, dejando una agradable sensación dulce gracias a la madurez de su uva.
Gracias a todo lo dicho, El Pícaro puede consumirse solo o maridarlo con carnes rojas, quesos y embutidos de cualquier tipo.
Si este vino logra convencer a tu paladar, puedes probar sus otros dos formatos: El Recio y El Viejo.
San Román 2017
Distintas opiniones encontradas por internet y una serie de premios, califican a este como uno de los mejores vinos de Toro jamás creados. La Bodega San Román fue una de las primeras en potenciar la popularidad de los viñedos de la D.O. Toro, ganando una reputación que mantienen hasta el día de hoy.
Es uno de los tintos más aclamados dentro de su categoría, estando hecho 100% de Tinta de Toro y pasando 24 meses en barricas de roble francés y americano.
El resultado es un vino de color cereza con ribete púrpura denso. Sus cualidades aromáticas se despliegan lentamente, pudiendo percibir frambuesas, fresas silvestres, pétalos de violetas, regaliz, y una sensación mentolada muy especial.
Al probarlo nos degustaremos con un sabor fuertemente frutal, con una estructura imponente y taninos dulces. Su paso por la boca es largo y sedoso, finalizando con un gran equilibrio.
Fariña Lágrima
El Fariña Lágrima es uno de los vinos de Toro con mayor reconocimiento de parte de los expertos, arrasando en catas y recibiendo diferentes premios de oro desde el 2011.
Es elaborado mediante métodos muy naturales, evitando que la fruta atraviese procesos de prensado. Gracias a esto, se obtiene un vino fino de color violáceo.
La sección aromática nos permitirá apreciar olores tan variados como el regaliz, las frutas rojas y negras, violetas y algunos tonos de vainilla y cacao, producto de su crianza en barrica.
Probarlo es una grata experiencia, pues se trata de un vino fresco y frutal con un cuerpo que pocas veces se pueden apreciar en los vinos. Esto ha hecho del Fariña Lágrima un producto exitoso y provocado que más de uno despierte su interés por la D.O. Toro.
Las mejores opciones para el maridaje son las carnes rojas, la pasta y los quesos.